viernes, 9 de agosto de 2013

La retirada de la Isla

Astor estaba cada vez mas acomodado. En el barrio sonreía a todo el mundo. Todo estaba mejor. Incluso viajaba los fines de semana a ver a los anteriores compañeros de trabajo y a su querida confidente, y a la Secretaria. Hasta tenía su esquina favorita en la Isla; St James y Lovdanha, incubadora de experiencias, anécdotas y grandes sensaciones (hasta una extraño encuentro con un ser fantasmagórico o de alguna otra dimensión, según el). Caminaba y caminaba, y viajaba, y se encontraba en un círculo, envuelto en una especie de torbellino rutinario del que parecía conformarse, del que quería ser parte, lamentablemente. Soñó con una muerte el día anterior. Decidió que era hora de volver a casa.

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