No. No quería darles ni un sermón espiritual, ni consejos sobre como
salir de problemas que nunca tuve. ¡Como si supiéramos todo! No nos damos
cuenta de que las variables son infinitas.
Yo sólo quería contarles
sobre la anomalía de lo normal. Ese pedacito de pan mojándose en el jugo
del tomate. O mejor aún, ese Tofi blanco derretido que deja rastros en
los dedos de una felicidad dulce.
Lo normal es asi. A casi todos nos
gusta sin saber porqué. El estándar de persona. Metro setentiocho, el
hombre. No religioso. Pelo oscuro. Con miedos. Normalmente de la media
estándar se es de lo más común del montón poco raro de la línea central sin salir de los parámetros establecidos del estereotipo de lo que se es. ´La normalidad apesta´ dijo uno a los que le
contaba mi pensamiento. 'La normalidad no existe' dijo otra (bastante
normal ella). La anomalía de lo normal radica en ese evento, objeto o
persona en el cual las cargas ya sean afectivas o de cualquier tipo, se
encargan de afectar al cuestionado de una manera mas agresiva y a la vez
(mas) múltiple, que en cualquier otro ente. Populismo literal, pensamiento
compartido, tendencia, moda. Normal es mediocre. Lo anómalo es que
suceda. Lo lindo es escaparse de ello mostrando los dientes. Con un
placer divino, mucho mas que mojando un pancito. Capaz mirando letras en
el techo con un humo tabaquero inundándolo todo. O cantar un poema de Bécquer...
Contaminación visual.
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