martes, 21 de febrero de 2012

viaje

Personas que se hacen las anchas en el asiento del colectivo. La gente parada que te tira TODO encima cuando estás sentado. Gente que escribe mensajes de textos, y que generan a veces una incontrolable mirada de uno para espiar que escribe. Obviamente se molestan que leas. La misma persona segundos despues gritando su intimidad en una llamada que dura todo el viaje de Palermo a Floresta. Humanos que aborrezco a veces y que otras veces les guiño una sonrisa. Vendedores ambulantes que merecen mi respeto y les entrego mis oídos dejando por minutos de escuchar mi música. Choferes copados. Choferes odiosos. Cumbias ajenas. Señoras mal educadas. Embarazadas que no aceptan el asiento. Punguistas. Depravados sexuales. Chicas ligeras de ropas. Chicas que son chicos. Chicos que comen con la mirada a las chicas, y las desvisten. Chicos deportistas. Deportistas de verdad que se visten como si no lo fueran. Variedad. Un coctel en cada viaje de Castelar a Palermo. ( y de Palermo a Castelar)

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