sábado, 1 de diciembre de 2012

para Andreita, amiga imaginaria

Una lástima hubiera sido perderte el rastro, y mirá que casi se dio! Porque eras como el olorcito a nafta, ese, embriagante, o el olor a nuevo de esa cosa sacada del estuche, o los zapatos! O mejor aún, la zapatería, droga para mis narices! Eras así vos. Esa sensación plasmabas en mi cuerpo. Crispado de pelo a pie y de pezón a vértebra. Me recorrías como escalofrío pero de esos olores feos, como a goma quemada o incienso excesivo en misa de gallo. O el escalofrío de la vergüenza ajena. Piedad! Por suerte no te perdí del todo... Sos un pedacito de mi infancia, hermosa. Para no decir un recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario