domingo, 30 de septiembre de 2012

Carta a una Blancuspia

Querida vos! Tanto tiempo y yo sin verte ni a vos ni a mi. Como te habrás dado cuenta me he rodeado de nuestra mas temida mediocridad. Debes notarlo en los últimos escritos, en especial en el publicado en Blue mention, la revista semanal. Yo noto que si lo notaste, puesto que tus críticas por carta ya no me llegan. Me hacían tan bien como acariciarte el lomo, mi pequeña Blancuspia! Claro, igual, está la otra posibilidad que barajé. La de la posible extinción en tu pueblito (algo parecido a Constantinopla si mal no recuerdo) de la raza postal, carteros como les dicen. Desearía algún día nos hagamos un tiempo de nuestras vidas de grises y signos pesos, y nos cedamos nuestra mutua compañía, como para discutir temas ignotos con ese estilo tan peculiar de no decirnos las cosas del todo claras, y por qué no desafiarnos en algún juego de esos que nadie conoce. Por mi parte todo bien, por parte de los demás no tanto. Ellos son el problema, no yo. Acá terminando un celeste, si, aclaré mi tabaco porque en estos instantes algo fuerte haría de mi una bomba de tiempo. De música hablaremos de frente. Espero algún café con humo y tu sonrisa en la blanca constelación. Con cariño... Este.

No hay comentarios:

Publicar un comentario