sábado, 29 de septiembre de 2012

Descarga

Astor se secaba las lágrimas y se preguntaba cómo puede estar sufriendo tanto por una mujer que sólo buscaba lo que el le enseñó a buscar; su felicidad individual. Entonces el flagelo de Astor era mucho mas sano que esos cócteles que le ofrecían sus vecinos nuevos. Era un témpano corredor y la meta era la hogera. Necesitaba destruirse y matar. Y si era a el mejor. Llamó a su confidente y le mostró los dientes mediante el tubo del teléfono; dientes rabia, dientes traición, dientes pena, dientes de no soy nada y me doy cuenta. La confidente ayuda, mas no cura. Colgaron y la idea era no colgarse. Tranquilo estaba Astor en saber que su sufrimiento duraría mucho mas. No tendría nunca las hagallas de sacarse la vida, salvo cuando no la valorara mas que otra, como cuando uno tiene un hijo. Astor quería un hijo para suicidarse. No! Astor quería una mujer que no lo quiera por bueno, ni por lindo. Se cansó de eso! Quería ser de esos hijos de puta machistas, maltratadores y con dos dedos de frente. Ahi si tendria a la que quisiera. Ese pensamiento le duró dos minutos y se puso a escribir basura. La única en besar sus labios hoy era la colilla de su cigarrito bajonero.

1 comentario: