jueves, 22 de marzo de 2012

bailaR

Música en cada paso y no necesariamente hablando de baile. Si bien el debate que teníamos (en el que las dos partes tiraban para el mismo lado) consistía en la necesidad de bailar para una plenitud física y mental. Como un elixir de felicidad que sólo unos pocos conocen.
La música suena mas y mas fuerte y las piernas se aceleran con el ritmo, y tambien desaceleran. Es inevitable no seguirla. Tango, balcánica, rock, lambada, vida. Todo es un gran baile y las miradas fijas en los pies y en el cuerpo entero. Miradas de jurado. Vista inquicidora de las personas oscuras que se fijan mas en los compases que pisoteas que lo que acontece en sus propias narices. Y se hace insano, casi bullicioso. En realidad casi insoportable, sofocante, vomitivo, asqueante. Los jueces entonces te señalan con el dedo y ya no hay mas nada que decir, ni que bailar. La pieza ha terminado pero el baile sigue. Y hay que bailar cuando uno está solo, pero hay que bailar mas cuando te ven, te juszgan. Ahi vas a brillar si tenés luz. Si sos vos. Bailar vivir. Bailar brillar.

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