miércoles, 14 de marzo de 2012

Sílice

la palabra era entre frágil y sensible. El sentimiento entre tristeza e impotencia.
Lo sublime era la lluvia. Lo terrible era la necesidad de ese estado.
Pocos supieron detectar lo diferente de la mirada.
Los que preguntaban no comprendieron lo primitivo de la necesidad.
Los murmullos siempre hacen llegar las noticias a las mas blasfemas almas. Pero tambien a las mas nobles.
Era una sensación de espanto, esperando ser.
Era una premonición.
El alivio era un hecho.
La realidad áspera no bajó.
Ni los 'cafeses' imaginarios hacen magia.
Fue paz, algo como un confiado paso.
Suelo imaginar mucho, pensar mas y hablar poco de lo que implica ser.
Gato negro un martes 13.
Muchas risas un martes 13.
Suelo ser.
Me gusta así.
No es conformidad, es confianza en algo. En el hecho de ser.
De sílice a roca en cuestión de segundos (de los míos) para volver a sonreír.
Olor a fruto de la pasión mezclado con melodías.
Mucho amor para un martes 13.
Mucha familia. Gran mujer, Anita.

Repaso casiflashbackense de un cambio repentino de estado de animo en unos días.

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