jueves, 26 de abril de 2012

Cuento Borgeano (por si los derechos)

Era luna roja en Castelar, como en Criptón, y a la vez algunos extraños sucesos se suscitaban... La luz del baño prendida, pero, si la había apagado! Las tertulias de los duendes del patio oscuro (hoy embebidos en la luz roja de ya saben quien). Morfeo luchando con mi hermano y adivinen quién no gana. Pero mas que nada yo. Me había casi (obligado) propuesto leer a Borges. No le voy a decir Jorge ni Luis, porque no hay la confianza que tengo con Julito. Julito senses in me. Ya mi primer encuentro, de chico con JLB había sido prejuicioso. Malo. El Aleph me había clavado en la sien un aburrimiento atroz, como los silencios de Doña Aprile de lengua y literatura, que nos detestaba por sacralizar el recreo. (Nosotros no la odiabamos por el hecho de que no tolere la lactosa. Por otras cosas, si!)
Y la segunda cita con el ya citado no era muy alentadora. Diferencias a saber; tenía el libro en la mano, no una fotocopia de fragmentos del mismo. Crecido el intelecto tras crecido el cuerpo unos 13 años "aprox". Encaré el libro desde el principio, desde el final, espiando los títulos y nada...no había feeling, ni feedback. Hoy no es el día definitivamente... Borges y yo, tendremos una tercera cita...

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