jueves, 26 de abril de 2012

Doble Viaje (triple en realidad)

Tarde otra vez! Bueno, no tanto como otros días... Astor no leyó en el viaje. Hoy no había lo que quería. La música acompañólo (lo acompañó) hasta que... cambio de persona...
En Haedo/Ramos/Villa Sarmiento triple frontier al 166 se trepó un loco, de esos que admiro, rubión, con cresta, pelo azul y un megáfono. Que buenas las mañanas que destruyen la rutina del viaje con esos detalles. Gracias! El loco con su voz metálica, una hermosa voz, hacía chistes trillados. Yo me había sacado los auriculares para regalarle mi entera atención al artista. Le obsequié sonrisas de varios colores, y hasta una pequeña carcajada muda, cómplice. Ah, tambien un billete verde. El loco se estaba por bajar y dijo palabras muy ablandadoras. Excelentes verdades, obvias pero lindas. Sincero el loco.(Otro pasajero se veía morir porque el megáfono no lo dejaba hablar por celular)
Viaje, viaje, carril único, pac, avenida, fiun, autos pasaban, fiun, fiun, derechito, John Be Just, PAC, Corrientes, Puente, Honduras y Pacífico al fin, bajé pacífico y hasta ahí nomás. Subte no hay, yerba poca. Al 39! Espera larga con hambre y ganas de un amigo con quien conversar entre su humo.
Llega el marroncito y blanco casi lleno. El chofer poco amable, que suban! grita. Dejo pasar dos Señoras, una vieja y una chica. La vieja desagradable, por eso el trato de llamarla así. El chofer, maestro! no me tapes el espejo. Astor (yo), es como pedirle a los pobres novillos en esos camiones, que no se toquen entre ellos, capo!
Y empezó el permiso por favor, perdón. El chofer, pasito para atrás señores. El meneo para evitar ser llevado por bolsos enormes de mujeres pequeñas. El contoneo de la mirada fea al que pisa de mas en cantidad o calidad. O el que toca el culo. Y apoyados, y acostados sobre mi, muchos. Preferiría muchas. Chica parecida a Fuckencia o Derpina, otra naricita respingada, Pibe Granos y mirada perdida. Señora con rasgos aborígenes indignada. Y de repente cada movimiento era analizado. Como la noche de añasigualpa, pero mas conciente. Y despues de todo esto, y la música, frenamos en Azcuénaga. Digo Azcuénaga para citar alguna calle, porque en realidad creo que eran una o dos antes. Miro por la ventanilla, porque Fuckencia miraba y le decía a su novio adulto que mire el perrito. (ahh!mirar...) Y en un balcón un nene con un perrito gris al lado. El perro taladraba con su ladrido todo silencio que no había en Avenida Santa Fe. Pero me centré en el nene y su pulovercito de lana gris con celeste. No era un pulovercito de Cheeky ni de Mimo, por suerte. Parecía de abuela o bisabuela. Y el nene no era de este tiempo tampoco. En vez de estar enfermándose con la Playstation o la tele o la compu, estaba en el balcón, con su perrito, imitándolo ladrar. Tan inocente juego. Y lo que culminó la perfecta escena digna de publicidad, fue la lamida (lambada perruna la llamo) del perrito gris en la cara del nene, y él abrazándolo con una sonrisa eterna.
Fue el tercer viaje. Este por el tiempo.

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