viernes, 27 de abril de 2012

Spinnéticos

Desde el deceso del Flaco acepto que empecé a escuchar más su obra. Antes de su tránsito poco y nada sabía. Algo me gustó otro no. Lo llamativo es la aparición de los seres esos. Esos clones q me recordaron la historia que me contó Marsha sobre los suyos propios creados en un extraño laboratorio que armó en una de las habitaciones de mi castillo en las afueras de Plsen, República Checa.
Será que a veces las muertes se ponen de moda? Qué morbo. Yo por mi parte seguía encontrando clones del Flaco. Mas que nada en el subte y en algún colectivo que otro. Nunca vi ninguno en Provincia, todos en Capital, ahora que lo pienso. Palermo, Recoleta y Barrio Norte la mayoría. Y bueno, un par me los crucé cuando iba a la guardia con 40 de fiebre, acompañado no sólo por la fiebre que me mataba sinó tambien por Mk que me llevaba. Bueno, ese fue el día antes de su trunca desaparición, ya que despues apareció, y desaparición no existe, porque siempre algo queda. Y ese fue el día de Kusturica con el Chino Ceruzzi y la pantera rosa casi tan constante como mi angina.
Pero nos desviamos de los clones. Y la mayoría son mujeres. Casi calcos algunos del Flaco. Otros toman los rasgos fuertes. Pero tan iguales. Tan iguales pero nada de contaminación visual; yo los miro con una sonrisa y me acuerdo de 're super vos' con Marsha (en Bernal, no en Checa) y Charly...

Abajo unos bosquejos de algunos de los bichos rabiosos esos, a veces invisibles que me encuentro en el desierto de Capital, de ojos almendrados, cada uno como una joya, Jade capaz.



 




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