Ya había subido al BG con suerte de llegar segundos antes de que arranque.
Tranquilo, como casi siempre. Encontré un asiento vacío de los dobles,
¿vio?
El hombre de al lado de repente me inspiró miedo... Y mire que no
soy de tener miedo a nadie... Ni a los chorritos de Morón (o Morín según quien lea), ni a la loca q
miraba en la linea B. Ni a la bandita a la vuelta del Luna que me pedía que
no acelere el paso. ¡Pero el hombre era tan marrón! Tambien era gris
oscuro y negro, en sus estáticos 176 centímetros de arrogante vejez.
Como con el territorio marcado y en firme posición de codo sobre mi
medio lugar, y claro, mano en los bolsillos hace brazo en jarra. Pero
ocupa mas de lo que debe. Y me asustaba el gesto brusco ante mis intentos
de persuadirlo. Uno trata de ser respetuoso con la gente mayor, ¿me entiende?.
Haciéndome el dormido le tiré la carrocería encima, y el viejo no cedía.
Estuático y estático en el asiento, con la agenda en el zobaco izquierda que
daba a mi lado. Sabía q no aguantaba mas...Empezó a zapatear la derecha
como con nervio severo. Giró la cabeza y si es q miraba, miraba hacia
afuera. ¡Pero viejo de mierda! Decia por mis adentros mientras la música
balcánica me endulzaba el corazón bucovino, pero faltaba para eso en la
noche, y el tema era el viejo. No el anciano ni el hombre, ni nada... ¡El
viejo! ¿Cómo se puede ser tan testarudo don? Ya se que de vez en cuando
me agarrran esas mañas pero, por favor. Encima se persigna. Como
pidiendo q 'dios' lo avale en la maniobra. Es insoportable. Ya hace minutos
que una transpiración magmática me recorre la espalda y la seco antes de
que llegue al coxis con la mano helada..como mamá me hacía cuando
era chico y corría mucho, y despues el Talco Heno de Pravia en la espalda, santo remedio. ¡Lo peor es que estoy hirviendo! Y esto de
sacarme y ponerme el canguro, y de ponerlo y sacarlo era su oportunidad
perfecta para ganar territorio...el tira y afloje...el empuje...la
cinchada se ponía reñida. Incluso era benévolo y piadoso con el pobre
viejo de mierda sabiendo que en cualquier momento se le acaban las
fuerzas... Y los pies ya los tenia cansados, ¿eh? Pero no puedo darle el
gusto. Ya me hizo contracturar y no pienso arruinar el cumpleaños de Marshita por un vegestorio caprichoso... No, no y no!!! Ahi vi el miedo!
Ya se porque tanto miedo al viejo marrón, pelado, de tez blanca, ojos
claros y estaticos 176 centímetros...
(El viejo se bajó y yo gane por ahora)
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