lunes, 18 de junio de 2012

Entre la espada y la pared


Astor estaba entre la espada y la pared. Realmente lo estaba. Su rostro pálido y la gota de transpiración cayendo a la velocidad de un caracol apurado. Los ojos desorbitados y el bruxismo inoportuno que le generaba jaqueca. La punta de la espada, helada, rozaba su torso desnudo y la pared de mármol estaba aún más fría. Nunca se había sentido tan intimidado desde aquella vez que su profesor lo puso en ridículo delante de la clase por haber confundido Paraguay con Uruguay. La espada se movía de abajo hacia arriba, desde su pescuezo hasta su entrepierna, donde mas acusaba clavarse. Sabía que podía escaparle al compromiso, pero esta vez había ido demasiado lejos. Recapitulaba. El error era evidente; le había dado demasiada confianza, le demostraba afecto en exceso. Y él sabe que las de ese signo son así, pero no recordaba que ella era de ese signo! Que idiota que sos Astor! Demasiado tarde. Se retorcía en su desnudez y jadeaba. No tenía mas miedo a morir que de establecer una relación amorosa. ‘Y más con esa loca desquiciada que tiene el tupé de agarrar mis cosas de teatro!’ La obra estuvo bien, pero le hubiera gustado ser D'artagnan. Quién era ella para meterse con su disfraz? Qué mierda tiene que agarrar la espada, o florete, o como carajo se llame? Para qué le contó que no era de utilería, y por qué diablos la invito a su casa? Todos para uno, y uno para todos. La libido, la razón y el amor. Para que hacía esas analogías idiotas delante de ella. Para que salía con una mujer que confunde palabras con acciones. Estaba harto, y ella y la espada esperaban respuestas.‘Pero si se la daba de liberal, de mente abierta, que le agarró ahora a la loca esta? Prometimos que por mucho que pase no nos enamoraríamos!’ Pero no! Por qué no se va con D'artagnan o con algún productor?El café estuvo bueno. El sexo excelente. La charla empezó bien pero empezó a tener el tinte cursi de lo prohibido. Y ahí, estúpido como él solo, confundió el nombre de ella! Julieta, Juliana, son parecidos. ‘No es que tenga una Julieta, Juli, es que bueno… y si la tuviera que me tenés que hacer escena vos?’Y ahí empezó la treta; la enana colgada, le tiraba los pelos, el "antes muerto que salir con vos", y la muchacha que se toma muy en serio las palabras lo tenía como quería... Entre la espada y la pared.
  • Astor por suerte salió vivo!
  • No recuerdo que fue de la vida de la chica.

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