El proyecto de Astor o 'Cambalache'

Cuando Astor finalmente pudo llegar a su añorado puesto político era un racimo de ideas. Su partido, del cual era el fundador, ganó en la Ciudad por el apoyo de sectores masivos como estudiantes de diseño y carreras afines, en su mayoría de Ciudad Universitaria, y de Filosofía y Letras, entre otros. Los manteros de Plaza Francia y de Parque Rivadavia fueron otro frente fuerte en los comicios, y varios artistas callejeros y gente de Teatro. (Y tambien muchos de sus amigos)

Los militantes del Partido se caracterizaban por un inusual aire soñador y pacífico, y muchos intelectuales de la Vieja Escuela también adhirieron. Fue una campaña buena.

Lo mas llamativo de la gestión de Astor como político en su cargo (no diré cual, ya que en estos días está censurado el término) fue el proyecto, que por ahora sólo quedo como tal, del cambio de recorrido en los Ferrocarriles Nacionales. Se venía de un largo proceso de estatización de entes y Astor no quería dejar de intervenir. Además al no ser parte de la oposición al Gobierno, ni tampoco considerarse oposición a la oposición, tenía el camino casi libre comi si fuera una especie de pequeña Suiza en la Ciudad. El disparatado emprendimiento, como el mismo lo llamó, consistía primeramente en modificar la ruta del Sarmiento. Se trazaría un trayecto no lineal y azaroso que cambiaría diariamente e incluso durante las horas del día y la noche. Para tamaña estructura se planeaba gastar muchísimo dinero del Fondo Nacional. Si algo había entendido bien Astor en su curso en la política es que debería gastar dinero para las 'no necesidades' de la gente a veces. Pero la gente le tenía tanto cariño que lo seguía contento.

Se llamó proyecto 'Cambalache', y si bien estaba perfectamente organizado en su desorden, restaban detalles. Astor postulaba la construcción como algo innovador y único en el Mundo. La cantidad de material que se iba a usar era excesivo. Puro metal, pura soldadura. Simil montaña rusa, la hipotética seguidilla de interminables rieles era indescifrable. Las estaciones mantendrían casi intacta su habitual fachada. Lo cambiante sería el orden de las estaciones hasta arribar a destino. Uno puede imaginarse subir en Morón y de repente sin saberlo llegar a Once. ''Golazo!'' diría algún apurado hincha del Gallito que necesitaba llegar rápido a Miserere.

Lo malo sería un viaje que empiece en Villa Luro (queriendo ir a Liniers), que siga por Moreno (una de las estaciones punteras) y despues a Caballito; prosiga por Castelar, (Villa Luro de nuevo sería imposible, nunca se repite estación) y despues Morón. Siguiendo llegar a Once y después Ramos, continuando por Paso del Rey y finalmente Liniers! (cuando en el servicio normal hubiera tardado 5 minutos como mucho al tratarse de estaciones correlativas)

El tema es tratar de destrabar la mente. Jugar con el tiempo, frenar la estructura y si es posible (otra epopeya) destruirla. Astor supo que su proyecto desde el principio nunca sería mas que eso. Una estructura mental, una hoja de papel escrita, o una maqueta con el tren en movimiento como la de su living, en su casa, donde por suerte no vivían ni sus hijos ni su pareja. (por suerte para ellos, para no bancar las locuras de Astor)

Astor hoy en día destrabó varios conflictos Internacionales y tuvo injerencia importante en la educación. Su partido de la mano del Diputado Markovicz logró elevar el arte a una escala social un poco mas alta que la que estamos acostumbrados. Los niños ya no pedían monedas en las esquinas; tenían puestos en el medio de las veredas. Miento; el trabajo estaba creciendo para los adultos y el Gobierno Nacional estaba orgulloso del decrecimiento de la pobreza año a año. Es uno de los recuerdos que mas disfruto en el ámbito político. Lejos de ser partidario de ese hijo de puta de Astor que dejó sin trabajo a mi mejor amigo, era un buen tipo el loco. No recuerdo bien ni el año ni el momento en que su Gobierno tomó el poder. Pero recuerdo siempre risueñamente el proyecto 'Cambalache'.